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sábado, 6 de agosto de 2011

Políticos en Campaña

En estos días asistimos al desfile incesante de avisos publicitarios de candidatos a distintos cargos electivos. Avisos breves, efectistas, superficiales, la verdadera estrategia del marketing que no intenta vender un candidato, ciertamente consiste en estar presente en la mente del elector, quien en definitiva, a través de su voto soberano elige. Ahora bien, si analizamos el mecanismo del marketing, podemos concluir que es una manera sutil de colonizar nuestras ideas. O no tan sutil.-
Sin dudas, la estrategia se acompaña -hoy más que nunca-, de la invisibilización de hechos que ocurren en el mundo global capaces de desmentir el relato que construyen los noticieros de radio y televisión y los avisos publicitarios de los candidatos opositores.-
Si observamos las demandas de los “indignados” españoles, las marchas y reclamos de los estudiantes chilenos, la situación financiera de la principal economía del mundo, la crisis por la deuda de Grecia, etc., etc., etc., tenemos la sensación de vivir en un país muy diferente al de 2001.-
No en vano, los grupos mediáticos no muestran los acontecimientos enumerados, sino que hasta construyen un discurso acorde a las propuestas publicitarias del arco opositor. Así, desde hace mucho tiempo hablan de Chile como el modelo ejemplar de la región, como un país moderno y lleno de oportunidades. Sin embargo, al iniciarse el año 2010 el país trasandino sufrió un terremoto devastador y las imágenes de aquel momento mostraron un país impactado por la naturaleza con un Estado ausente, con comunas arrasadas en donde las autoridades tardaron hasta cinco días en llegar a prestar ayuda. Vimos personas desesperadas por el hambre y el desamparo, saqueando supermercados y negocios más pequeños, decenas de miles de habitantes buscando entre los escombros bienes de valor económico o sentimental. Carreteras arrasadas, edificios con estructuras colapsadas. La burocracia chilena haciéndose cargo, lastimosamente, de los errores cometidos acerca del alerta de tsunami con las funestas consecuencias del fenómeno natural que cobró miles de vidas.-
Hoy día los medios de prensa, tibiamente, nos muestran las protestas estudiantiles –prohibidas por las autoridades- y la brutal represión de carabineros contra los jóvenes. Al aplicar un análisis más riguroso de la situación de Chile, los datos duros muestran un país atravesado por la desigualdad. El 60% de los chilenos tienen ingresos per cápita similares a un país como Angola. El 40% de los estudiantes universitarios abandonan sus carreras, los graduados tienen deudas de aproximadamente 40.000 dólares. Dicha deuda, la contraen para hacer frente a los gastos que demandan sus estudios universitarios. Hay un dato aún peor, el 60% de los graduados trabaja en labores ajenas a su profesión.-
Si lo enumerado hasta aquí nos llama la atención por el contraste que ofrece esta realidad con el relato de los candidatos opositores, debemos tener presente que aún hoy, transcurridos más de 18 meses de la catástrofe natural, hay decenas de miles de personas que viven en condiciones de extrema precariedad. Chile tiene un fondo de reserva alimentado por las exportaciones de cobre, su recurso estratégico, que el modelo a seguir de la región no privatizó. Ese fondo, supera los 30.000 millones de dólares, una cifra considerable para un país de algo más de 14 millones de habitantes. A pesar de esto, no se soluciona el drama habitacional de los damnificados por el terremoto, los estudios universitarios son caros y de dudosa calidad, la reforma del sector salud no ha dado los frutos esperados con niveles de demanda insatisfecha alarmantes.-  
Por lo enumerado hasta aquí de manera somera, nos damos cuenta que el milagro chileno no existe, que solo es la construcción de un relato de la oposición con el apoyo de los grandes medios. Dejemos que Ricardo Alfonsín siga viajando y que nos cuente en su aviso publicitario hacia donde nos quiere llevar. Dejemos que Duhalde siga dando cátedra acerca de Brasil y luego no pueda sostener su discurso frente a dos periodistas de TN, que en una noche casi mágica hicieron honor de su profesión evitando tirarle centros para que aplique un frentazo en el área, sin marcas y en posición de gol.-
Por último, el proyecto nacional muestra crecimiento vigoroso con inclusión social, no es perfecto, pero carece de críticas constructivas para fortalecerlo de parte del arco opositor. Este es un momento clave: o nos siguen relatando ficciones y nos proponen regresar al pasado -a modelos fracasados-, o se comportan con responsabilidad y construyen con ideas un país para todos. Ese es el sueño y la esperanza de millones de argentinos que confían en Cristina Fernández.-   

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